lunes, 10 de diciembre de 2012

El fuego del cielo (6º parte)


De repente Fronto sintió un escalofrío a medida que se intentaba levantar , notó como el suelo temblaba y como un clamor no de este mundo empezaba a crecer en la lejanía, a medida que un extraño terror se empezaba a apoderar de él. Y entonces aquel tartáreo ruido lejano, se convirtió en un ensordecedor estruendo que del mismísimo Hades parecía salir. De repente todo quedó en el absoluto silencio y entonces el destello de mil soles se unieron en el firmamento y un chorro de luz más luminoso de lo imaginable salió de entre las nubes y se precipitó sobre la tierra. Al chocar produjo una onda expansivo que tiró a todo el mundo contra el duro suelo de Germania. La luz cegadora lo inundó absolutamente todo y por unos segundos Fronto igual que todos los demás quedó cegado y absolutamente aterrorizado por lo que estaba ocurriendo. De repente el ruido cesó, el temblor desapareció y la claridad se fue lentamente disipando. Fronto abrió los ojos y vio a su lado al emperador tirado en el suelo intentando recomponerse de lo ocurrido.

Reinaba el más absoluto silencio.

Durante unos segundos pareció como si todo sonido hubiese desaparecido y entonces el terror empezó a apoderarse de los germanos. Completamente aterrorizados empezaron a correr desesperadamente.



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Bellomarius miraba con la cara desencajada por la rabia y la incredulidad lo que acababa de pasar. Había estado a punto de derrotar al mismísimo emperador de Roma, de aniquilar sus legiones...pero todo se había acabado. Se giró hacia sus oficiales.

-Los dioses nos han abandonado-dijo con tono triste pero de repente la ira se apoderó de su ser y exclamó-¡Pero algún día, será Roma la que sea derrotada por Germania!

Y dicho esto salió al galope tendido intentando olvidar aquel desastre, que por poco había estado a punto de acabar con la mismísima Roma.



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Pertinax se desmontó completamente agotado de su caballo y corrió a toda velocidad hacia el centro del campamento. Estaba completamente confuso y exhausto, pero reunió sus últimas fuerzas y llegó al centro del campamento donde estaban dos hombres, uno joven y otro más mayor ayudando al emperador a levantarse.

-¿Qué ha...ocurrido?-balbució luchando por respirar-Vi.. un enorme... destello.

El emperador se reincorporó por completo y miró a Pompeyano, a Fronto y a Pertinax y les lanzó una de sus escasas sonrisas.

-Amigos míos-dijo tranquilamente-. Hay tantas cosas inexplicables en la vida, que muchas veces simplemente hemos de agradecer estar vivos.

Y sonrió ampliamente. Pompeyano, Fornto y Pertinax empezaron a reír junto al emperador y aquella risa se convirtió en una carcajada, pues al fin y al cabo, agradecían estar vivos.



FIN

4 comentarios:

Magdalena dijo...

Por fin el fin! Me gustó mucho tu relato por entregas,Mateo,aunque me he quedado con la sensación de que quizás no estaría mal un apunte sobre la historia "real", para que los lectores menos informados centrasen la narración. Creo que el final sólo es apto para entendidos.

Faraldo el Gigante dijo...

bua por fin acabaste después de 5 partes intrigantes pero me gustaron bastante mas esta jajaja buen trabajo

Tácito dijo...

Tranquila Magdalena, habrá un apunte histórico.

paula crespo dijo...

Me parece que esta "saga" ha sido de las mejores publicadas en el blog, fantásticamente redactada. Enhorabuena!

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